Por qué el Ir

Belela Herrera

Frenteamplista de la primera hora decido apoyar a Constanza Moreira, que representa un aporte renovado e innovador que ha enriquecido el debate político y social reforzando la discusión en profundidad en temáticas como derechos humanos, matrimonio igualitario, derechos sexuales y reproductivos e igualdad de oportunidades para las mujeres y los jóvenes en todos los ámbitos de la vida social.

Como veterana, aliento el diálogo con los jóvenes del Ir por su idealismo y la mística que aportan a la candidatura de Constanza, porque estos jóvenes toman la bandera de los viejos en sus sueños y esperanzas de un mundo más justo y equitativo, asumiendo el desafío de trabajar por una cultura de la solidaridad, por una América Latina digna, soberana e integrada.

 

Por qué el Ir: Gonzalo Pollo

Soy parte del Ir porque soy de izquierda.

Porque no tenía un sector que me representara y con el surgimiento del Ir lo encontré.

Porque creo que el FA debe repensarse y renovarse.

Porque el país ha mejorado objetivamente en los últimos 10 años pero aún debe mejorar más.

Porque la política está tanto en la vida cotidiana como en la política partidaria.

Porque creo en la política y pienso que sirve para mejorar la vida de las personas.

Porque prefiero ser partícipe y no estar en posiciones desencantadamente cómodas.

Porque quiero ser parte de un colectivo que piense y actué con determinado sentido en la búsqueda de la igualdad, la libertad y los derechos de las personas.

Porque no quiero tener Ejército.

Porque quiero una política menos solemne y más inclusiva.

Porque quiero un sistema político con más mujeres y jóvenes en puestos de representación y decisión.

 

Diane Denoir

Apoyo al Ir porque siempre fuí frenteamplista y quiero que el FA realmente realice transformaciones profundas en la sociedad uruguaya. Por eso es fundamental que el FA no se estanque y es imprescindible una renovación. Que los jóvenes ocupen el lugar que nosotros tuvimos en los 70, 80 y 90 y puedan aportarnos nuevas reflexiones y debates más abiertos. Y porque los Derechos Humanos, la búsqueda de la Verdad y la Memoria deben ser la primera prioridad de un Frente de izquierda.

 

Gonzalo Eyherabide Mántaras

Voto al Ir porque creo que es necesaria una renovación en el Frente Amplio. Como una medida sana tanto para un futuro gobierno, como para la fuerza política. Renovación que trae nuevas ideas, como el avance de los derechos sociales con más justicia e igualdad (la lucha contra la discriminación racial, sexual o de cualquier otro tipo, o la legalización del aborto, por ejemplo) o en ciertos casos viejas ideas que han quedado por el camino no pudiendo soportar los miedos o las presiones propias del desgaste de gobernar (como por ejemplo reducir el demencial e injustificablemente gigantesco volumen del presupuesto destinado al ejército para fines harto mejores y más necesarios, como la educación).

También voto al Ir, porque conozco a algunos de sus referentes desde hace mucho tiempo. Y el voto es siempre, en definitiva, una expresión de algún tipo de confianza.

Y además declaro públicamente mi apoyo al IR, porque no creo que a los intelectuales, publicistas o artistas, tres grupos que integro, nos haga bien simular neutralidad político-partidaria. Debemos practicarla eventualmente en la forma en que actuamos profesional o académicamente, pero en cuanto a nuestra expresión como ciudadanos, considero un derecho, pero también un deber moral decir de qué lado estamos y por qué.

Claro que esta es una época de anti-intelectualidad. Y también en cierta medida de anti-política.

En estos tiempos, veo a muchos intelectuales y artistas callar. Parecería que se han convencido de una idea que flota en la sociedad viciando el aire de la libertad y la democracia, esa idea según la cual la política es irremediablemente mala, mezquina, corrupta. Según la cual “todos los políticos son iguales” (léase sinvergüenzas, ladrones, insensibles, rosqueros, poco dados al genuino servicio público). Una idea funcional a la derecha, porque en la medida en que la política se debilita, las posibilidades de subvertir las relaciones de poder pre-existentes y amenazar al establishment también se debilitan.

Pero una mentalidad así no lleva a nada, o lleva a malos puertos, como la desaparición o suspensión de la democracia. Bien que sabemos esto en Uruguay, aún a a pesar de nuestra brevísima historia.

Creo que podemos haber sido decepcionados por algunos políticos, pero negar la política por eso, es enormemente perjudicial. Los intelectuales podemos vernos tentados de elevar nuestro escepticismo a tal grado, que nos proteja de cometer cualquier error posterior habiendo apoyado a uno u otro grupo político. Es humanamente comprensible. Pero nada en la vida nos salvaguarda de cometer errores. Por ejemplo, en este caso, del error de no jugarse nunca por nada. Deberíamos recordar el espacio que destinó a los que nunca se juegan por nada Dante en la Divina Comedia, a ver si algún tábano nos aguijonea ahora estando en vida.

En resumen, votar al Ir hoy, para mí representa votar por el futuro del Frente, pero también por lo mejor de su pasado.

 

Mariana Percovich

Pertenezco a una generación que nació a la militancia en los años 80, cuando éramos estudiantes. Creíamos en todo, salíamos de la dictadura, se militaba, no había Internet .

Aprendíamos a dialogar con los históricos de la izquierda, con la gente que salía de la cárcel o volvía del exilio.

Mucha agua pasó, muchos cambios. Veo a mis congéneres reticentes, pero cambió la sociedad, la real, la del conocimiento, el Frente Amplio es gobierno y ha recorrido un camino que no ha sido y no es sencillo.

Creo que vale la pena seguir apostando, seguir votando al FA. Creo que nada mejor que hacerlo apoyando a los y las jóvenes de hoy, a los y las que creen, a los y las que quieren seguir peleando.

Hay que apoyar al recambio generacional, hay que poner a las mujeres en la primera línea. Son cambios culturales que el país necesita, más allá de los partidos. El Uruguay tiene que sacudirse y hay que pensar en nuevos términos. Las banderas que usábamos en aquellos tiempos, deben cambiar.

Mujeres profesionales, mujeres trabajadoras, mujeres militantes y jóvenes preparados para crear nuevos relatos, como alguien más joven me dijo. Por eso apoyo al Ir.